18 mayo, 2015

17 mayo, 2015

Recostada en la fría mañana de este mayo...
Tú, me das la espalda, duermes inmóvil luego de una larga jornada, yo me quedo con el silencio de mi boca observando por dos cristales una brillosa luz vacia, trato quizás en vano encontrarme, busco el reflejo de lo que fui en algún momento...
Ya no encuentro esa sonrisa, mi tripa me despierta de ese trance, quizá queriendo decir con sus gestos que a pesar de todo no estoy sola....