Así en esta misma penumbra nocturna susurrarte al oído mientras tiesa cual cadáver observo, ah! las palabras que no me atrevo a decir; cuanta razón de aquella frase "murió ahogada por lo que nunca dijo".
En este silencio absoluto, así me quedo, congelada, inmovil, de piedra ; o al menos jugando a serlo, con las palabras en la garganta, la emoción en el pecho y las ganas de tu piel quemándome por dentro.